jueves, 15 de junio de 2017

Otto Rink Mt (01/01/1923 - 23/03/1943)

Otto:

Llevo casi más años que dedos tengo en las manos sin escribir una carta, y creo recordar, que lo primero es un saludo.

Hola suena demasiado informal, y buenos días demasiado serio.

Lo sé, hay algo extraño en que alguien te escriba sin conocerte de nada.
Pero, para serte completamente sincera, me encantaría haberlo hecho.

Has jugado con mi corazón y me has emocionado, como pocas cosas lo han hecho a lo largo de mi corta vida.

Imagino que esta es una manera muy simple, y a la vez muy mía, muy nuestra, de darte las gracias.

Por haber existido, supongo, si es que eso se puede agradecer.
Por haberme dejado ser la afortunada que acabase con una foto tuya entre los dedos.
Por que, tal vez, alguna vez pisaste el mismo suelo que hoy piso yo.
Por que, tal vez, pensaste en alguien de la misma forma en que yo hoy pienso en ti.

Creo que gracias, es lo mínimo que puedo decir.

Has jugado con mi piel de gallina, mi corazón, el cual yo creía infranqueable, y mi voz temblorosa hablándole a la gente de ti.
De que has existido, de que has sido.

Quiero decirte que me has rozado el corazón con un suspiro de hace años, y has hecho que lo sienta nuevo.

Siento no poder dejar esto en manos de alguien a quien de verdad le importes, pero esta, es esa manera tan mía y tan nuestra, de dejarte libre.


                                                                                               Tuya, tuyísima, Laura.

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